A Magaly Medina le cae bien el color limón y la colita de caballo en su encendido cabello. Estamos en la azotea de ATV y la ciudad se ve infinita. La neblina, a esas horas huyó y el sol, tímidamente, pestañea. Es, sin duda, la periodista más polémica de la televisión nacional y aunque muchos se olvidan, es una mujer de armas tomar, y casi imbatible. Lidera por años el rating de las 9 de la noche, ha estado en la cárcel por defender sus principios y es amada, odiaba, querida hasta el extremo y vapuleada hasta el tuétano.
En fin, la vida es así y nos mira como una niña mimada, es en verdad, una mujer mimada, no obstante, no tiene nada de perversa, ni la vemos como una bruja en su escoba, más bien, es honesta, habla hasta por los codos, y mira a Ney Guerrero, cada vez que la asfixia periodística la acorrala sin compasión. Entre otras cosas que hablamos en esta entrevista, es que es fanática del rock clásico, desde los Zeppelin, hasta Yes, no va con frecuencia al cine aunque sabe todo el listín de la cartelera y ha visto todos los filmes de moda, es una acuciosa lectora de obras literarias y confiesa que la gastronomía nacional es la mejor del mundo, no en vano el arroz con pato dominical lo saborea hasta chuparse los dedos.
–Has tenido meses muy agitados, por ejemplo, una experiencia canera, acabas de publicar un libro, el ANDA te observa con lupa, el ex alcalde de Barranco, Martín del Pomar, y Angie Jibaja casi te acorralan, en suma, una mala racha en otoño…
No, no, el sol para mi recién está apareciendo…
–Y como dice el estribillo de aquella salsa de antaño ¿“cómo lo haces, cuál es el negocio” de tu blindaje y coraje para salir adelante en ocasiones agobiadoras y estresantes?
No es mala suerte, es mala leche que es diferente, pero son gajes del oficio. Ser primeros por 11 años en la televisión es difícil, siempre te van a querer bajar, te van a tirar piedras, palos, para que te bajes de ese lugar, entonces, a veces, es mejor ser siempre un segundón, ser un tercero, pasas desapercibido, nadie te molesta, nadie te friega. Hay gente que en la televisión sobrevive con 5 puntos, 8 puntos, ¿alguien lo fastidia?, ¿alguien se mete en su vida?, ¿alguien le pone un adjetivo feo? Nadie.
–Nadie los demanda, no van a la cárcel, no se sienten afectados…¿Quién los quiere demandar?
Nadie, absolutamente nadie. Siempre he sido ambiciosa, no me gusta ser segundona, tercerona, lamentablemente siempre me ha gustado ser la primera en todo.
“Odio a las personas mediocres”
–¿Detrás de toda esta campaña contra tu persona hay empresarios o hay periodistas nada más?
No, no, esto ya se ha convertido en un lío también empresarial, en un lío en que algunos quieren llevar agua para su molino pues siendo una persona que tiene un gran rating sobre todo en los sectores sociales A,B y C, los más deseados por los anunciantes, esto también se convierte en una competencia comercial y salvaje.
Los demás canales anhelarían mis anunciantes, si yo desapareciera esa gran torta publicitaria tendría que redistribuirse, entonces, también el ataque, aunque no se note mucho la mano, pues tiran la piedra y esconden la mano, viene de intereses comerciales y mi canal siempre lo ha tenido claro y me da su respaldo total porque comprende la situación a cabalidad.
–¿Hay un complot permanente contra tu persona?
No es un complot, pero creo que cuando comenzaron todos los problemas, ellos (los detractores) incentivaron y aprovecharon de esta situación, se quisieron aprovechar de ella, creo que a mucha gente le hubiera gustado que yo no regrese a la televisión, lamentablemente no es mi intención, no tengo planeado darme por vencida tan fácilmente, menos cuando tengo una tribuna adversa en un circo romano, pidiendo que me lancen a los leones, yo no me voy a ir de la televisión…
–¿Estás preparada para seguir soportando todo esto?
Claro, estoy preparada y no estoy sola en esta lucha, sobre todo en estos momentos tan difíciles, he tenido el respaldo de todo un canal de televisión y eso es importante, yo no estoy sola, no me están lanzando a los leones sola o ando defendiéndome sola, el canal ha salido a respaldarme con toda su artillería.
–Se dice que estás en conversaciones con el Canal 2, Frecuencia Latina ¿es cierto?
Yo creo que es un poco desestabilizar esto también, no voy a hablar de ese tema, evidentemente se han llevado a Nicolás Lúcar…A mí no me interesa abandonar mi canal, eso de plano, a mí no me confundan con Lúcar, yo estoy feliz en ATV y si alguien está incómodo creo que las puertas de este canal están abiertas, yo no estoy incómoda, yo no me quiero ir de este canal y lo he dicho en todos los idiomas, no me voy de este canal, además tengo todo el respaldo y me siento muy bien.
–¿Qué opinas de algunos periodistas a los que en un determinado momento les diste la mano y cuando aparecen estos problemas de las denuncias y juicios te clavaron un puñal en la yugular?
Bueno, qué se puede esperar de tanta mediocridad, por eso yo te he dicho que este medio es salvaje, es muy salvaje. Hay gente que no tiene honor. Hay gente que no tiene dignidad y hay gente que no tiene principios y mataría por un pedazo de éxito, hay gente que mata por eso y hacen cualquier cosa con tal de lograrlo, a mí me dan lástima y me dan muchísima pena, en verdad, digo lo que digo en mi programa y no busco ni entrevistas, ni titulares, mi espacio funciona igual, allá ellos que se matan por ser populares.
–Cuando termina Magaly TV y los refractores se apagan ¿eres feliz?
La felicidad es algo que uno tiene de a pocos, hay momentos en que me siento feliz, en que me siento normal, hay momento en que quiero cosas y no quiero nada, hay momentos en que me siento frustrada, la felicidad no es un todo, la felicidad es una cosa que se siente de a poquitos, cuando te sientas en tu casa, cuando tengo la hora de mi siesta y puedo dormir perfectamente bien y me levanto y tengo que ir a trabajar me siento absolutamente feliz, por ejemplo, un sábado cuando no tengo nada absolutamente nada que hacer y soy libre con mi control remoto, soy absolutamente feliz.
–¿Has pensado en retirarte de la tele?
Ah claro, eso pasa por la cabeza en determinados momentos, claro que sí, es perfectamente normal. En estos 11 años que ya van por los 12, se me ha pasado 50 veces, chau me voy de aquí... Y cuando yo estaba en la cárcel mucha gente me escribía, lloraba como si fuera mi familia y me decían que hago ahora a las nueve de la noche, me sentía con una gran responsabilidad, me decían a las nueve de la noche yo me reía contigo, me desestrezo, eso es un mayor elogio que he tenido en mi vida, no, es que yo espero tu ampays, me decían que me dezestrezo, me rió contigo, entonces yo decía y si algún día me quiero retirar, pobres y quién va a divertir a la gente. Yo me desestrezo y también lo hace la gente.
–Hay una guerra permanente con los periodistas de espectáculos ¿por qué?
Siempre he sido una foránea en el gremio de espectáculos, yo no soy de formación una periodista de espectáculos, vengo del periodismo más serio cuando yo comenzaba a ir a las conferencias de prensa en la revista Oiga y yo era de las periodistas contestatarias, yo no me conformaba con una notita zonza, estúpida y siempre estaba generando un cierto fastidio y yo no estaba allí para complacer a nadie…
–Eso no tiene nada de malo ¿no?
Nunca me he considerado periodista de espectáculos, soy una periodista de formación autodidacta y me sigo educando felizmente y que además no soy mediocre, odio la mediocridad de la gente y los mediocres envidian, son muy buenos envidiando. A mí nadie me regaló el programa, ni el rating, me dieron la oportunidad y punto y nunca me he dormido en mis laureles. Nunca he sido pues la Giselita, la que sobonea a todos los periodistas, que los trata lindo, que los trata precioso, que les da vales para su peluquería, a mi no me interesa dar entrevistas, o figuretear, me interesa sólo trabajar
–¿Cómo surgió la idea de publicar un libro?
La idea no fue mía definitivamente, la idea surgió de la editorial Planeta, Sergio Vilela (editor), me viene persiguiendo desde hace 2 o 3 años atrás con la idea del libro, incluso alguna vez ya tuvimos un semiacuerdo, le decía que no tenía tiempo para escribir, pero finalmente me convenció luego de tantas semanas en prisión y lo hicimos. Corregí tres veces, Ney me ayudo en eso. Yo no quería una obra de arte, no quiero un boom literario, lo que yo quería era contar mi historia en un estilo coloquial, si no fuese por Vilela y Ney detrás de mí, allí quitándome las horas de descanso del sábado, del domingo y todo lo demás, Ney hasta viajó a Nueva York donde presente mi revista con uno de los borradores para que lo corrigiera allá, dime tú, quería que lo corrigiera en el avión, qué explotación.
–Ya está en los súper mercados, en las tiendas y en las librerías, ¿ya estará pirateado también?
No, el ambulante lo compra en el kiosco, se vende a 19 soles.
–¿Hasta el momento cuántos libros has tirado?
Las cifras las tiene Planeta.
–Deben ser varios miles.
Sí, son varios miles, pero es un precio asequible, lo que yo quise es que fuera un libro económico, por que había forma de ponerle tapa dura para que no lo pirateen. Realmente hacer libros en el Perú no es negocio en lo absoluto, fue realmente una catarsis para mí, exorcizas, botas, para qué vas a guardar rencores, yo siempre digo así, grítalo en algún momento, grítalo en un momento, díctalo, escríbelo y ya.
–Cuando uno escribe un libro, quiere escribir otro y otro.
No es mi caso (risas).
–¿Qué hiciste con el picatodo que te regalo Gisela?
Ni siquiera me acuerdo, no sabía que ella acostumbraban hacer regalitos a los periodistas, que vergüenza me dio en ese momento, me dio vergüenza. Era la primera vez que iba a una conferencia de Gisela Valcárcel y encima, te regalan artefactos, osea qué ofensivo para un periodista y cuando encima ponen mi número en la mesa, yo no sabia qué hacer. Mi fotógrafa se reía y yo me sentía ridícula, soy de las personas que detesta la “mermelada periodística”. El picatodo terminó en el basurero o no sé donde, siempre he sido una persona muy digna, aunque con mi poco sueldo, nunca recibí un regalo y me pareció muy ofensivo y por supuesto nunca más fuí a una conferencia de Gisela, indudablemente, Gisela tenía una forma de tratar a la prensa y les gustaba, pero a mí no, yo me consideré ofendida.
–¿Arroz con pollo, ají de gallina o carapulca?
Los tres, claro. Me sale un buen arroz con pato, lo hago con cerveza negra, allá en el norte lo hacen sólo con chicha de jora y yo lo hago con chicha de jora y cerveza negra, con mi zapallo loche. También hago un ají de gallina diferente.
-¿Sales más a comer en la calle o lo haces en la intimidad de tu casa?
No, porque esos platos son de sábado o domingo, de lunes a viernes trato de comer más sano, si como el arroz con pollo en el almuerzo, en la noche disminuyo mi comida
–Mario Vargas Llosa, Bryce Echenique o Jaime Bayly?
Me quedo con los dos primeros en literatura. Aunque hay un libro de Bayly con el que me quedo, “Los últimos días de la prensa”.
–¿Gisela Valcárcel, Beto Ortiz o Jeanet Barboza?
Con Gise, algún día nos meteremos nuestra bomba, cuando seamos viejecitas y recordemos como nos decíamos…. (risas) y las dos solas.
–¿Cuál quisieras que sea tu epitafio cuando ya no estés en este mundo?
No querido, no he pensado en morirme aún (risas).
Mario Vallejo